
Es 31 de diciembre, el último día del año. En Sevilla tenemos un sol espléndido y yo me voy para Londres a despedir el año en el gran big ben con una big band. Hace justo un año me encontraba pedaleando por las calles de Amsterdam, no puedo quejarme de cómo me ha tratado el 2008, mis hijos están bien, así que no le pido nada más al 2009. Virgensita que me quede como estoy.
Amigos míos, os quiero y no es necesario decir que deseo lo mejor para todos vosotros, aunque por ser el día que es, os lo recuerdo una vez más.
Cuándo leáis este post, seguramente estaré en Londres.
Long life and prosper!