
La óptica es un lugar que por razones genéticas tengo que visitar con regularidad... Ya hasta les tengo cariño a estos tipos, que han tratado a mi miopía desde que no llegaba a una dioptría, y la han visto crecer, tener la menstruación y pasar de niña a mujer. Pero me sigo poniendo de los nervios y me sudan las manos en ese sillón del cuarto oscuro, que en vez de graduarte parece que van a darte por el culo, y ese aparatoso cacharro delante cambiando de cristalito para comprobar si veo los tres que hay en el burro. Y es que me hacen más preguntas que en un capítulo del CSI... Que si qué letra es ésta - la H, no... la B... mierda, nunca se me nota que tengo estudios!- que si para donde mira la U - pues para Brenes, eso sí lo sé, lo aprendí en la cama... porque Cuenca está para el otro lado- Que si mira fijamente el puntito... no ese no...
Esto de ser miope a menudo hace despistadas a las personas que lo padecemos, que vamos por la vida como rompetechos, pasándonos de largo los carteles de las carreteras, yo la semana pasada iba para Málaga y cuando me dí cuenta casi estaba llegando a Granada. Y así todo el día. La gente se cabrea y me cree una maleducada, porque no saludo, pero es que no veo, no miro y me enmimismo con mucha facilidad...
Menos mal que mis ojos son todoterrenos y las lentillas ya casi me agarran, como los geranios.
Cuelgo este vídeo de Faemino y Cansado, ídolos de una servidora, porque cada vez que me siento en ese sillón del cuarto oscuro como hoy, me viene a la memoria y acabo diciéndole al óptico... Vale, pero si no acierto no me pegue!!!
5 comentarios:
Me siento totalmente identificada con todo lo que dices...yo llegue a comerme, con su consecuente caída hacia atras, un punto rojo de esos que hay en las puertas de cristal...intenté salir por la ventanilla del coche sin bajarla, pero como soy tan perra, en vez de lentillas me compre unas gafas que me hacen intelectual.
Más que ojos miopicos, prefiero pensar que mi mirada es de ensueño
Jajajaja! Yo atravesé una puerta de cristal para coger una cuerda del patio... Pero el récord lo tiene Ana pasti, que iba a la facultad en un seiscientos con los asientos de jirafas y se lavaba los dientes por el camino en el coche. Una mañana, se enjuagó y se olvidó abrir la ventanilla, mientras conducía, le escupió al cristal de la ventanilla toda la pasta... Me meo sólo de imaginármela... Qué tía más loca...
para krakovia la foto, me mareo solo de verla, la tengo que pasar rápido o me da vueltas toda la oficina...
solidaridad con los miopes!!!
ajajaaaaa
còmo me gustan los faeminos
Por cierto, lo que se parece Faemino a mi amigo Soriano no es normal... verdad Isa?
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