martes

DEMONIOS!


Estoy plenamente convencida de que todos los niños tienen un demonio en su inerior, desde que nacen. Empiezan llorando POR TODO y hasta por nada, y cuando vas a acurrucarlos en tus brazos te obligan a hacer lo siguiente: No te puedes sentar, tienes que estar de pie, con la postura corporal más incómoda posible, los riñones doblados y balanceándote, hasta que se callan (échale horas). Los que no tienen niños pueden hacer la prueba con una garrafa de cinco litros de agua en el brazo izquierdo (el derecho libre, por si hay que darle un trago al wiski), con la cadera hacia la izquierda y el cuello también, la pierna dereha sirve para marcar el ritmo de alante hacia atrás, un, dos, un, dos, un, dos... Durante una hora y media y sin cambiar de brazo. Cuando se ha dormido profundamente, hay que comprobar que realmente ronca, pues suelen hacerse los dormidos para engañarte, después hay que ir, con todo el cuidado, a dejarlos en la cuna. Sin respirar, no se vaya a despertar. Hay que salir de puntillas de la habitación, todavía sin respirar, mientras la circulación vuelve a fluir por el brazo. A la altura del pasillo... BUAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!! Pero por qué lloran cuándo tienen sueño? Si tienes sueño te duermes, pero a mí no me jodas! Ojalá pudiese dormir yo la cuarta parte que tú (cabroncete)!. Los médicos, no saben como llamarle al síndrome en cuestión y te dicen que es el cólico del lactante, por no decirle el puteo del lactante. Para no deprimir a los padres.
Más mayorcitos aprenden a coger objetos con las manitas esas llenas de dedos que tienen y a tirarlos al suelo sistemáticamente, para, a continuación, romper a llorar porque se han caído. Pues no lo tires coño! No lo tires! O es que disfrutas viendo como mis lumbares se revientan lentamente? Sádico!
Hacer la pedorreta y comer papilla suele ir acompasado, para que la comida llegue a todos los rincones. Es mala leche o no? Yo tengo preparado mi mono de pintor y mis gafas de soldador siempre listas para darle de comer a mi hija.
No voy a hablar de los mocos porque sería extenderme demasiado, sólo diré que los cuellos de mis camisas no están almidonados, tampoco las rodillas de mis pantalones.
La facilidad que tiene un niño para vomitar es propio de una bulímica compulsiva, yo he llevado a los míos a "bulímicos anónimos" pero están por acabar la versión pediátrica. Mientras tanto: Halaaaaaaaaaaaaa, cambia tu pijama, el suyo, las sábanas, y saca la fregona a las 4:15 de la mañana. Y reza para que el niño no se te ponga rumbero con los cinco lobitos de las narices... Qué te duermas ya niñoooooooo! Que llamo a la supernani! Claro, como tú no trabajas mañana!
Y digo yo, si están "para comérselos", por qué no nos los comemos antes de que nos coman ellos a nosotros?
Y encima se cachondean!

7 comentarios:

torpeda dijo...

pero si tienes unos niños presiosos y maravillosos...

inmaleon dijo...

Lupe, sólo tú sabes cómo animar a una preñada... Pensaba que lo peor eran mis vómitos, mis mareos, mis náuseas, mi acidez de estómago, los ardores, el asco y los antojos, las piernas hinchadas, las varices, las hemorroides, el estreñimiento, los dolores de cabeza, la pesadez y la falta de energía, el tripón, que el estómago lo tengas en el sobaco y las tripas ahorcándote el cuello... pero no, lo peor viene cuando todo eso termina, así que me has alegrado el día... ¡qué lindo es estar embarazada!

Let's Be Metal!!! dijo...

Pues qué quieres que diga... A mi me entran ganas de ser padre, aes.

Sonia dijo...

a mi de lo que me entra ganas es de volver a ser hija pequeño...

p-tinta dijo...

a mi me entran ganas de ser herodes, pero sólo en momentos puntuales, el resto del tiempo soy feliz con los locos esos bajitos...

admirator dijo...

Preñada, conozco muy bien a Lupe, tiene algo genial, siempre te va a decir la verdad, aunque no te guste, pero a la vez te va a dar las claves para que lo disfrutes con humor, así es ella. Te cuenta un entierro y te partes.

p-tinta dijo...

La preñada sabe que puede contar conmigo, y ya le he dicho que la acompaño en el sentimiento...Pero ella también sabe que mis hijos son lo mejor de mi vida, y ella es una mujer lista, valiente y sensible. Te quiero Inma.